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Yenny León

-1987-

Es magíster en escrituras creativas y filóloga hispanista. Coordinadora académica y artística de Eventos del libro de Medellín. Docente universitaria de literatura. Libros publicados: Entre árboles y piedras (Planeta, 2013); Campanario de cenizas (La Chifurnia, 2016), La hierba abre su latido (Universidad Externado de Colombia, 2018), Rastros-rostros: altares análogos (Corporación La Bisagra, 2019), Margarita despierta (Alcaldía de Medellín, 2019), A la orilla de todos los lagos (El Taller blanco Ediciones, 2020), Heredad (Verso libre, 2020) y Círculo en derrota (Verso libre 2025). También es coautora de Milhojas, juegos de escritura creativa (Editorial Eafit, 2019). Ha obtenido diversos premios de poesía, entre ellos: I Premio de Poesía Joven Ciudad de Medellín (2011), I Premio Nacional de Poesía Joven Andrés Barbosa Vivas (2011), IX Beca a la Creación Artística de Medellín (2012), XXX Premio Nacional de Poesía de la Universidad Externado de Colombia (2017) y la Beca a la Creación de libro infantil con enfoque de diversidad (2019) y distintos estímulos de Presupuesto Participativo. Autores como Juan Gustavo Cobo Borda, Pablo Montoya, Luz Mary Giraldo, Andrea Cote Botero y Mery Yolanda Sánchez han escrito sobre su obra. Sus poemas hacen parte de la antología Pájaros de sombra (Vaso Roto, 2019), ganadora del International Latino Book Award.

Prometeo # 88-89 Muestra de poemas
Milhojas, juegos de escritura video de su participación en el 30º FIPMed

Esta es una muestra de sus poemas:

Soliloquio astrológico

Leo a Kepler. 
A sus veinticinco años desafió a Copérnico.
Sabía que el «gigante» adoptó cifras
que se ajustaban a sus deseos 
y servían a su finalidad:

el Sol, fuego del centro. 
Copérnico nunca abandonó a Ptolomeo, 
alteró horas en el tiempo observado
y cuartos de grados de ángulos
para que sus cálculos resultaran más fáciles.

Pienso en Keplerus y en sus combates físicos y metafísicos.
Yo apenas puedo regurgitar el nombre de mi padre 
y cocinar un huevo sin temblar.

Me hablaron mil veces de la importancia 
de la constelación de Ofiuco, de la Osa Mayor, 
la Cruz del Sur y las Pléyades,
pero no entendí.
Imaginar un tejido de estrellas 
con formas de ciertos animales, espadas y cinturones 
me coloniza.
Prefiero ver en el cielo solo tumbas 
de luces. 
No sé cómo crearme un mundo. 
Mas me veo obligada a inventar futuros 
para otros porque yacemos boca abajo 
en esta tierra sin dones.

Joven ateniense, / sé fiel a ti mismo / y sé fiel al misterio, 
dijo Dickinson
y a nadie le importa porque todos quieren
meter la lengua en el silencio.

¿Quién soy yo para negarles esta 
necesidad de expiación?
Soy el verdugo que azota con verdades a medias, 
una máquina de apariencias 
que facilita el paso
de un infierno a otro.

Ascendentes, descendentes, aspectos, casas, cuadraturas,
variables, cúspides, eclípticas, Imum coeli, regencias, 
oposiciones, trinos y sextiles:
vocabulario rentable.

Crear horóscopos te permite parir a Jesús, 
torturarlo a oscuras y
mostrarte luego como su salvador.
Es sembrar espacios 
que crecen en la memoria 
y atiborrarlos 
con tejido nervioso 
del más allá.
 

Job I

Entre la Selva Negra, el Neckar y el Rin, 
la colina de Weil cierra, de golpe,
las huellas de Johannes Kepler.

Niño de silencio radical, oscuros cabellos, 
rostro ancho y pastoso, miembros delgados. 

Furúnculos, salpullido, hemorroides, miopía, 
poliopía, gastritis, colitis,
se alimenta de su propia carne, 
orina con desesperación
y le estorba al sufrimiento.

El suelo no para de temblar para él.
La casa llueve de ataques epilépticos, doce tíos andrajosos, 
otros parientes y abuelos que morían de improviso
cerca a la boca podrida del pez.

El gusano en el dedo medio de la mano derecha 
bebe de la llaga en la mano izquierda. 

Job II

A los nueve años
sus padres lo llevan a contemplar 
el eclipse de luna.

La purificación se posa en su cabeza, 
pero no lo daña.

Tiene que afrontarlo:
    este es el cuerpo
        con el que rechazará
            los huesos del mundo. 

Job III

Mil quinientos noventa, veinte años, migraña, sarna en pecho y cabeza. 
Cuerpo y espíritu perturbados en los juegos de carnaval.
Su salud es una perra
que le aúlla a la madre en llamas.

Las aberturas de Johannes son rígidas 
al igual que la elevación de su deseo.
Mil quinientos noventa, año nuevo, el falo desvirga
a la joven ofrecida en la casa de Copinge. 
La vejiga duele tanto…
es el cañón de una pistola 
que dispara por dentro.
          El semen negro se derrama. 

Astrología

… nada existe ni ocurre en el cielo visible
que no sea sentido de alguna manera oculta 
por las facultades de la Tierra y de la naturaleza.

JOHANNES KEPLER

¿El calendario anual de predicciones 
produjo la invasión de los turcos?
¿O fue la conjunción de Júpiter y Saturno
cerca de las nebulosas estrellas de Cáncer 
la que causó la devastación
desde Viena a Neustadt?

Cielo y espíritu se afectan al tiempo. 
Toda constelación refleja un rostro. 
Los planetas cosechan herencias
en las falanges y en las grietas de los huesos.

El alma es un punto
en el que se graba el cielo.

                    De Círculo en derrota (Verso libre, 2025)