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Rómulo Bustos Aguirre

-1954-

Rómulo Bustos nació en Santa Catalina de Alejandría, Bolívar, Colombia, en 1954. En 2004 la Universidad Nacional de Colombia compila su Obra poética en el volumen Oración del impuro. En 2016 el Fondo de Cultura Económica publica su obra poética reunida bajo el título La pupila incesante. En 2017 publica su octavo poemario: Casa en el aire (Pre-Textos), y el ensayo Muerte de Dios y poesía Moderna en Colombia.  Este último, además de una indagación sobre la poesía en el mundo moderno, es un estudio sobre tres clásicos de la poesía colombiana contemporánea: Héctor Rojas Herazo, Jorge Gaitán Durán y Álvaro Mutis. Sus más recientes antologías: De moscas y de ángeles (Pontificia Universidad Javeriana, 2018) y Monólogo de Jonás (El Taller Blanco, 2019). En 1993 le fue otorgado el Premio Nacional de Poesía, concedido por el Instituto Colombiana de Cultura, y en 2019 este mismo Premio Nacional concedido por el Ministerio de las Culturas  las Artes y los Saberes.

Su obra ha circulado en muestras antológicas, revistas y eventos nacionales e internacionales, así como en traducciones parciales a otros idiomas. Magister en literatura hispanoamericana por el Instituto Caro y Cuervo. Doctor en Ciencias de las religiones por la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente es profesor de literatura en la Universidad de Cartagena (Colombia), donde dirige la Colección El reino Errante Biblioteca de Literatura del Caribe Colombiano y el Taller de Poesía El ala que no cesa.

-Poemas Revista Prometeo # 67
-Poemas Revista Prometeo # 68-69
-Poemas 30º FIPMed
-El péndalo se busca a sí mismo Videopoema Canal YT Revista Prometeo

Esta es una muestra de sus poemas:

Cenzontle

Pájaro numeroso el Cenzontle  
Ahora es una violina
Después un azulejo, un muchacho que silba un sangretoro, un turpial
 De cuatrocientos cantos habla la etimología náhuatl
 Pero, a veces, pareciera cansarse de ser tantos pájaros
 y ensaya un misterioso silencio
Todo su adentro calla
como si se escuchara a sí mismo callando 
como si descubriera que en su silencio habita otro pájaro
que canta 
suspendido en su ramaje interior 
Es, quizás, entonces, más cenzontle el cenzontle                                                                         

a Samuel Serrano 
 

Muerte y levitación de la ballena 

En pausado sueño veo caer la ballena
230 toneladas de carroña o alimento cayendo 
230 mundos de gravedad empujando hacia abajo 
230 infinitas toneladas de vértigo 
mecidas, en cámara lenta, por imperceptibles corrientes oceánicas 
Inmensa, poderosamente muerta, la ballena 
Pareciera que su caída suscitara el abismo en que está cayendo 
Como el gran mulo de Lezama va cayendo en el abismo la ballena 
Como Lezama mismo 
ornamentado con la majestad de todas sus grosuras va cayendo 
A los 20 niveles de profundidad la ballena ha perdido ya sus dos aletas 
Eficaces mandíbulas lo atestiguan 
Seres sin ojos la miran caer 
Seres sin bocas raen su densa carne 
Muchos años tomará el proceso de descarnamiento 
total de la ballena
hasta que al fin alcance su más recóndita blancura 
Me digo en el sueño 

Pero ¿en realidad cae, está cayendo la ballena? 
¿Cómo saber con certidumbre si un cuerpo está 
cayendo sobre el mundo 
o si es el mundo el que está elevándose, cayendo 
      sobre dicho cuerpo? 
Este inusual tipo de preguntas ya lo han afrontado 
algunos estudiosos de la nueva física 
Menos extrañeza produce tal pregunta si las cosas 
ocurren en un pausado sueño 

Terrible, blanca ballena 
lábil rastro de espuma cayente, muéstrame tu no visible belleza 
Invoco sonámbulo 
Y por un instante la puedo ver detenida en su caída suspendida, palpitante 
elevándose como asombrosa flor del abismo, en el vasto esplendor del vacío
  
Pero ¿en realidad, levita, está levitando la ballena? 
Esto casi equivale a preguntarse, rayando los umbrales del lugar común
¿Cómo saber con certidumbre cuál es el verdadero sueño 
el sueño del soñante o la vigilia del vigilante? 
Tal vez todo se funde en el poder germinal de las imágenes como asegura 
Bachelard 
Es decir, el sueño vigilante, es decir, la vigilia soñante 
Es decir, en fin 
ese misterioso lugar donde también la ballena 
pudiera vernos caer o ascender en pausado sueño

Semántica del mundo

El mundo es siempre sí y no    
Sino lúdico. Incongruencia. Humor
                                            cósmico

Por ejemplo
ahora voy a enrollar este texto 
que aún no es texto
Lo voy a enrollar sobre sí mismo 
Sobre su sí
Sobre su no 
Sobre su sino 
Sobre su sí no
Lo voy a enrollar sobre su signo 
Para que tú
lo desenrolles en su espejeante gnosi(s)

Poema de amor con serpientes, erizos y palomas

I
El camino serpeaba entre yerbajos
Me topé con dos serpientes que formaban un nudo
 movedizo
−Hacemos el amor
Me dijeron con sus ojos de serpientes al sentirse observadas 
Yo les arrojé la camisa que llevaba puesta
No para cubrir su desnudez sino para atraparlas 
Para atrapar el amor con todas sus escamas
Las metí en mi bolso de viaje 
Ya tengo dos serpientes
Ahora solo me falta un paraíso, me dije

Pero cuando abrí el bolso solo hallé sus opacas mudas de piel

II
El camino estaba erizado de yerbajos
Me topé con dos erizos, macho y hembra, hasta donde me fue dado saber
−Hacemos el amor
me dijeron con sus ojos de erizo cuando se sintieron observados 
Y siguieron en éxtasis clavándose sus agujas
Me atraía ese amor con todas sus agujas 
Pero por precaución decidí no meterlos en mi bolso de viaje

III
El camino palomeaba entre yerbajos 
Como supondrá el lector me topé con dos palomas
que me dijeron: hacemos el amor, con sus ojos de paloma

Las metí en mi bolso de viaje

Esa noche cené caldo de palomas, por si las moscas